Aveces nos enfocarnos tanto en lo que queremos de un hombre, que si es alto, que si es rico, que si es lindo, que si es fuerte, atento, detallista, romántico, inclusive a veces queremos un hombre, que tenga todo, que sea temeroso de Dios, apartado del mal, que haga esto o aquello, ósea prácticamente un hombre perfecto. Pero no nos sabemos preguntar, que tengo para ofrecer a un hombre para que sea mi esposo? Si soy tan exigente para pedir, debo ser exigente al ofrecer? No nos preguntamos, si somos detallistas, si asi como queremos un hombre perfecto, tratamos de ofrecer una perfección de nosotras. Y ni nos preguntamos si ese sera uno de los motivos por el cual estamos solteras. Que tengo para ofrecer? Que puede esperar de mi, mi futuro esposo? Reflexionemos. Porque asi como esperamos recibir, debemos ofrecer?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario